Descubrí nuestro delicioso Queso Raclette
Bajo este nombre, se esconde uno de los quesos más ancestrales de Suiza. Su etimología, que significa “raspador”, evoca la forma en que los pastores de los Alpes disfrutaban del queso en la Edad Media. Imagináte, calentando el queso cerca del fuego y raspándolo para comerlo caliente, ¡una verdadera delicia!
Este queso se elabora en Francia, en las regiones de Haute Savoie y Franche-Comté. Su corteza presenta un color entre beige y marrón, con matices anaranjados. Al abrirlo, encontrarás una masa de color marfil oscuro o amarillo, con algunos ojos que lo hacen aún más atractivo.
El gusto del Queso Raclette es delicado, pero se potencia con la curación, idealmente entre 3 y 5 meses. Después de medio año, su sabor se vuelve intenso y aromático, con notas que recuerdan a leche fresca, fruta y toques vinosos.
Su textura es firme y flexible, muy suave al tacto, cremosa y fundente. Con un sabor ligeramente ácido, tonos lácticos y un leve amargor, es perfecto para fundir.
¡Animate a llevarte a casa este manjar! Ideal para acompañar con fiambres, pan o incluso un buen vino tinto. Con el Queso Raclette, cada comida será una celebración de sabor. ¡No te lo podés perder!

Raclette

$5.800,00
Sin stock
Raclette $5.800,00
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Descubrí nuestro delicioso Queso Raclette
Bajo este nombre, se esconde uno de los quesos más ancestrales de Suiza. Su etimología, que significa “raspador”, evoca la forma en que los pastores de los Alpes disfrutaban del queso en la Edad Media. Imagináte, calentando el queso cerca del fuego y raspándolo para comerlo caliente, ¡una verdadera delicia!
Este queso se elabora en Francia, en las regiones de Haute Savoie y Franche-Comté. Su corteza presenta un color entre beige y marrón, con matices anaranjados. Al abrirlo, encontrarás una masa de color marfil oscuro o amarillo, con algunos ojos que lo hacen aún más atractivo.
El gusto del Queso Raclette es delicado, pero se potencia con la curación, idealmente entre 3 y 5 meses. Después de medio año, su sabor se vuelve intenso y aromático, con notas que recuerdan a leche fresca, fruta y toques vinosos.
Su textura es firme y flexible, muy suave al tacto, cremosa y fundente. Con un sabor ligeramente ácido, tonos lácticos y un leve amargor, es perfecto para fundir.
¡Animate a llevarte a casa este manjar! Ideal para acompañar con fiambres, pan o incluso un buen vino tinto. Con el Queso Raclette, cada comida será una celebración de sabor. ¡No te lo podés perder!